8/6/2025 Forum Libertas. Un nuevo estudio desmonta el mito de que la píldora abortiva es más segura que el Paracetamol, revelando sus graves riesgos para la salud de la mujer.
Durante años, uno de los argumentos más repetidos por los defensores del aborto ha sido que la píldora abortiva es «más segura que el Paracetamol». Este mensaje ha sido difundido por medios de comunicación, políticos y asociaciones médicas sin apenas cuestionamientos.
Sin embargo, una reciente investigación del Charlotte Lozier Institute (CLI) revela que esta afirmación no solo carece de sustento científico, sino que se basa en comparaciones erróneas y peligrosas.
Un mito sin base científica
El estudio, publicado en la revista científica BioTech, analiza el origen y evolución del eslogan «más segura que el Paracetamol», utilizado para promover el acceso generalizado al aborto químico a través de la mifepristona, el fármaco utilizado en más de la mitad de los abortos en Estados Unidos.
Según Cameron Louttit, director de ciencias de la vida del CLI y autor del artículo, nunca existió evidencia que respaldara dicha afirmación. Esta afirmación, repetida por sociedades médicas, medios y políticos, ha influido profundamente en la opinión pública y en la legislación, aunque carece de base real..
Origen de la comparación: una lectura parcial de los datos
La frase comenzó a circular a raíz de un artículo del Chicago Tribune en 2003, en el que se comparó el riesgo de muerte por mifepristona (menos de una por cada 100.000 casos) con el de otros medicamentos, como la penicilina.
A partir de ahí, el discurso evolucionó hasta compararse con el Tylenol (paracetamol), un analgésico de uso común.
Sin embargo, el estudio del CLI aclara que reducir la evaluación de seguridad únicamente al número de muertes es una simplificación inaceptable.
La mifepristona, advierten, puede causar efectos adversos graves, como hemorragias severas e infecciones, que no se contabilizan adecuadamente porque se consideran «esperadas».
Efectos adversos reales, no especulación
La investigación no se queda en meras declaraciones. El CLI cita evidencia clínica y estudios recientes, como uno realizado por el Ethics and Public Policy Center (EPPC), que analizó datos de más de 865,000 pacientes entre 2017 y 2023.
Los resultados son alarmantes: el 4,7% de las mujeres que tomaron la píldora abortiva requirieron atención en urgencias; el 3,3% sufrió hemorragias importantes; y el 1,3% desarrolló infecciones graves. En total, más de 1 de cada 10 mujeres presentó un efecto adverso significativo.
Ryan Anderson, presidente del EPPC y coautor del estudio, declaró que estas cifras no son especulación: “Este es el mayor conjunto de datos del que se tiene conocimiento. La narrativa de que se trata de un proceso sencillo y seguro no se sostiene frente a la evidencia”.
Comparación inadecuada
Otro punto clave que destaca el estudio es que comparar la mifepristona con el Paracetamol no tiene sentido clínico.
Mientras que las muertes relacionadas con el paracetamol suelen deberse a sobredosis accidentales o mal uso, los efectos de la píldora abortiva provienen del uso indicado por prescripción médica.
No puede existir un estudio riguroso que compare estos dos fármacos porque se usan para fines completamente distintos.
Las decisión de eliminar los requisitos de dispensación presencial, adoptadas por la administración Biden, han permitido un mercado en línea de abortivos sin supervisión adecuada, exponiendo a las mujeres a mayores riesgos.
¿Seguridad para quién?
Finalmente, la discusión sobre la seguridad del aborto químico no puede obviar una realidad fundamental: cuando la píldora funciona, siempre implica la muerte de un ser humano en gestación.